Es en el monte Parnaso donde, junto a Apolo, moraban las nueve musas canónicas: Calíope (Καλλιόπη, ‘la de bello rostro’) Clío (Κλειώ, ‘la que celebra’) Erato (Ἐρατώ, ‘amorosa’) Euterpe (Ευτέρπη, ‘deleite’) Melpómene (Μελπομένη, ‘cantar’) Polimnia (Πολυμνία, ‘muchos himnos’) Talía (θάλλεω, ‘florecer’) Terpsícore (Τερψιχόρη, ‘deleite de la danza’) Urania (Ουρανία, ‘celestial’) A pesar de la extendida creencia, no había correlación entre las artes tradicionales (que por otra parte eran seis) y las Musas, siendo tal asociación una innovación posterior. Pero sí que todas nos llevan a situarnos ante la esencia de lo que pretendemos definir, el Arte. Belleza absoluta, Amor pleno, Armonía divina. Quizás esas sean las palabras que mejor definen lo que siento cuando me pregunto qué es el Arte. No sabemos exactamente, ni remotamente, definir una palabra que nos acompaña desde el inicio de nuestra andadura en el mundo. Todas las civilizaciones, todas las sociedades, todos los sere