HISTORIAS EFÍMERAS EN UN TIEMPO ETERNO
Y como una dulce brisa que cosquillea mis pestañas, brillan mis ojos
y mi boca sonríe el néctar del recuerdo que alimenta mi esperanza.
Es la música que me transporta al beso eterno en que desperté a la vida.
El deseo entra nuevamente de puntillas en mi alma,
con la promesa de estallar en cualquier momento.
No he muerto, simplemente estaba durmiendo.
Floto y derivo en el horizonte,
en el umbral de la luz acaricio tu mirar,
Pur ti miro, pur ti godo.
Tremulan mis dedos las palabras que te han de conjurar:
tú, siempre tú, con formas y nombres diferentes.
Amor, amor, amor...
Yo soy tú,
y tú eres yo.
Te vislumbro entre los borrones del caos, el desorden, la angustia
ResponderEliminarDeseo ser tu incorrecto, tu locura para el resto de nuestras vidas